Para la multinacional española Repsol el uso de combustible GLP en carretillas elevadoras consigue “importantes ahorros económicos sin prescindir de prestaciones, reduciendo el coste de carburante y consiguiendo un mantenimiento más económico”. Algo muy importante cuando se trata de controlar los costes en la gestión logística de los productos, señalan.
La mayor autonomía de las carretillas de GLP, permite usarlas en todos los turnos que sea preciso, sin tener que detenerse. Además, con las carretillas de GLP, “los tiempos de repostaje son bajos, sin necesidad de tener que disponer de una recarga eléctrica y evitando en todo momento posibles fraudes o hurtos”, insisten desde Repsol, que ofrece dos formas de suministro de GLP: envase de 12 kg o a granel, a través de depósito.
En el caso de elegir la opción de suministro a través de depósito con un aparato surtidor (SKID), Repsol cuenta con diversos tamaños de depósitos para adaptarse a las necesidades de cada cliente. Los trámites administrativos, puesta en marcha y mantenimiento integral corren por cuenta del suministrador.
El envase de 12 kilos de GLP de Repsol para carretillas es la otra opción, y aporta tres innovaciones tecnológicas desarrolladas en exclusiva por esta compañía: un filtro interno, que hace que el carburante llegue a la carretilla limpio de impurezas; un sistema de indicador de nivel de llenado, único en España, que muestra el contenido de gas de la bombona; y una válvula de seguridad, que asegura trabajar en las mejores condiciones.
Para cualquiera de las dos opciones Repsol garantiza el suministro de GLP a través de su red de distribución con empresas colaboradoras en Península y Baleares.
Además, añaden desde esa compañía, la normativa actual permite el uso de las carretillas de GLP dentro de los almacenes en el sector alimentario, siempre que el producto esté protegido y el almacén cumpla la normativa vigente en relación a la ventilación.
Fuente: CdeComunicación