Muchas veces no sabemos muy bien si lo que necesitamos es comprar o alquilar una carretilla elevadora para nuestro negocio.
En este artículo os explicamos cuando se tiene que contemplar cualquiera de estas modalidades y cuáles son las que existen.
¿Sabías que existen dos tipos de alquiler? Te los detallamos a continuación:
- Alquiler a corto plazo.
Esta modalidad de alquiler permite reducir costes, sólo dispondremos de las máquinas que necesitamos. Es conveniente alquilar cuando la máquina se necesita para un periodo de mayor trabajo o si se nos ha averiado una carretilla.
También es aconsejable alquilar a corto plazo para nuevos negocios, donde no se sabe con exactitud el nivel de actividad que vamos a tener.
Otra ventaja es que el mantenimiento de la carretilla está incluido en el precio de alquiler.
- Alquiler a largo plazo.
Es la alternativa a la compra de la carretilla y permite destinar la inversión de la compra a otro proyecto o departamento de su negocio.
Se recomienda alquiler una máquina a largo plazo cuando es para algún proyecto específico con una cierta durabilidad. Si quiere ganar flexibilidad en la flota de carretillas permanente y si desea una única cuota mensual donde incluye también el mantenimiento.
Su mayor ventaja frente el alquiler a corto plazo, el precio del alquiler a largo plazo es sustancialmente menor ya que le aseguramos a nuestro proveedor un tiempo largo de alquiler.
- Comprar la carretilla elevadora
La compra de una carretilla siempre es posible si dispone del capital necesario y si la filosofía de la empresa lo prefiere.
Es importante conocer muy bien las necesidades de su empresa para poder formar parte del proceso de elección y finalmente de compra.
A continuación, mencionamos algunas ventajas y desventajas:
+ Es el propietario de la carretilla
+ Es un activo en el balance contable
– Es el responsable del mantenimiento y la reparación
– Comprar implica que, si tiene algún cambio en la operativa de su empresa, tendrá que realizarse con esa carretilla o venderla para adquirir otra.
– Debe tener en cuenta costes inesperados, como el alquiler de carretillas de repuesto y también los costes de reparación en caso de daños mayores.
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